lunes, 28 de febrero de 2011

De las que me hacen llorar.

Esta noche he empezado a crear una lista de canciones. Otra más entre las miles que hay en Spotify. Hasta ahora yo sólo tenía una en la cuál iba incluyendo aquellos temas que me gustaban o me llamaban la atención por algo. Pero esta noche he creado otra, era necesario. La he llamado “De las que me hacen llorar”.

Podría hacer otra lista con las mismas canciones y llamarla “De las que me recuerdan a ti”, porque en este momento pensarte es lo que hace que las lágrimas inunden mi alma hasta que inevitablemente acaban desbordándose por mis ojos.
Puede que estos mismos temas pudieran recogerse en otro momento bajo un nombre más alegre o apaciguador. Ni siquiera sé por qué me hacen llorar, simplemente tienen algo que hace “click” dentro de mí. Y ya está.

Lo único que espero es que dentro de poco sea necesario crear una lista más. Estaría bien poder titularla “De las que me hacen sonreír.”


"NIGHT AFTER NIGHT"
THE SOUNDS
It all seemed perfect
But there are moments when I feel nothing at all
Same as always
Now it's repeating itself all over again

Night after night you say you move on
Tomorrow, tomorrow
Now, what's holding you back?
I don't know, I don't know
Night after night you say you move on
Tomorrow, tomorrow
Now, what's holding you back?
I don't know, I don't know, I don't know

Don't feel sorry
'Cause there's no reason for us to fight any more
Tears are coming, and years are going
I hope we'll learn something

Night after night you say you move on
Tomorrow, tomorrow
Now, what's holding you back?
I don't know, I don't know
Night after night you say you move on
Tomorrow, tomorrow
Now, what's holding you back?
I don't know, I don't know, I don't know...



"NIGHT AFTER NIGHT"
THE SOUNDS
(TRADUCCIÓN)
Todo parecía perfecto
Pero hay momentos en que no siento nada en absoluto.
Lo mismo de siempre
Ahora se repite de nuevo una y otra vez…

Noche tras noche dices que te vas…
Mañana, mañana.
Ahora, ¿qué te detiene?
No lo sé, no lo sé, no lo sé.
Noche tras noche dices que te vas…
Mañana, mañana.
Ahora, ¿qué te detiene?
No lo sé, no lo sé, no lo sé.

No lo sientas,
Porque no hay razón para que luchemos más
Las lágrimas llegan, y los años se van…
Espero que podamos aprender algo.

Noche tras noche dices que te vas…
Mañana, mañana.
Ahora, ¿qué te detiene?
No lo sé, no lo sé, no lo sé.
Noche tras noche dices que te vas…
Mañana, mañana.
Ahora, ¿qué te detiene?
No lo sé, no lo sé, no lo sé...

jueves, 17 de febrero de 2011

Stuck in reverse again.


De nuevo no sé qué decir, ni sé cómo empezar. Y otra vez se ha encendido en mi eso a lo que no sé muy bien cómo llamar.

Y de golpe todas esas cosas que no existen vuelven a mí. Lo que pudo ser y no fue, lo que es y a la vez podría ser nada porque no deja de ser incertidumbre. Todo eso que quedó detrás del silencio. Conclusiones positivas o negativas a las que llegué según mi estado de ánimo, y que guardé, por mi incesable necesidad de guardar algo.

Me gustaría decirte hola o decirte adiós, abrir la barrera que lo impide. A veces te odio para no sentirme tan perdedora, para no sentirme tan sola. Todas esas veces que finjo indiferencia en respuesta a tus palabras, a una mirada. Quizás para no afrontar el miedo que tengo a adentrarme en tus ojos y descubrir inevitablemente que no me quieres.

Has conseguido que llegue a conformarme con verte sonreír, porque una de las cosas que me has hecho sentir es que no me necesitas. Y valoro tanto los resquicios que me quedan de ti que la posibilidad de escuchar unos minutos tu voz a través de un estúpido teléfono móvil es razón suficiente para no dejar de mirarlo, esperando inútilmente que suene y seas tú.

Siento que estoy atada a la necesidad de verte, de mirarte, de crear historias irreales que me acompañan cuando vuelo, que me ayudan a aguantar un poco más en el aire cuando ya me estoy cayendo.

Me gustaría que me dieras la mano en esos momentos, cuando ya caí, y que me miraras a los ojos, pues conseguirías que me levantara sin otro propósito que el de estar a tu lado. Puede que por mucho que me cueste tenga que continuar, dejando atrás tanto vacío, tanta impotencia, y tantas, tantas preguntas… Y quiero pensar que no estoy huyendo, que sólo sigo andando.

Ya no me importa admitir que todo lo que me importas es lo que me hace caer, lo que hace que me sienta triste solo por tu indiferencia hacia mí. Que me duelen algunas palabras que dices… y todas esas que no dices. Que tu ausencia me consume por dentro y me llena de nada, y tu presencia se me antoja un sueño tan lejano que lo único que quiero es cerrar los ojos con fuerza e imaginarte, con tanta fuerza que pueda distinguir tu olor como si estuvieras aquí, a mi lado.

No sé si es ingenuo, pero lo que más deseo es encontrar algo que me diga que tengo que seguir luchando, aunque solo sea por una sonrisa; que no hay motivos que justifiquen dejar atrás aquello que amo, que siempre merecerá la pena luchar por conseguirlo… y que debo, por encima de todo, creer en mí.

Te odio por hacerme escribir y desahogarme. Por no salir de mi cabeza y entrar en mis sueños antes siquiera de haberme dormido. Por lo exhausta que estoy tras horas y horas en vela y lo ingenua que me siento al comprender lo inútil que es todo esto.

Sigue sonriendo chico, que la risa de algunas personas se contagia, y he de decir que la tuya, me gusta hasta cuando quiero odiarte.

lunes, 14 de febrero de 2011

Colores.

"Pero no es exactamente así, porque yo necesito a más de una persona para ser feliz." - Me dijo ella, mientras miraba distraídamente el esmalte azul eléctrico de sus uñas, que empezaba a descascarillarse.

"Lo que pasa es que cuando te enamoras, él se convierte en el núcleo de todo, el núcleo de tu felicidad. Y si él no está, te cuesta más ser feliz. Pero no es que no puedas, es que te falta algo y todo lo demás no te apetece. Es como pintar sin lienzo o sin pared… y sin embargo, lo que más importa son los colores. Y de eso yo sí que tengo, ¡colores tengo un montón!"

Entonces levantó la vista y me miró directamente a los ojos, así como hacía ella, observando curiosa como si hubiera algo más allá de mi retina.

"Te tengo a ti, querida verde hierba, tengo a mi amarillo ocre, a mi marrón castaña, algunos rojos intensos… una gran gama de azules y ¡hasta un naranja melocotón!"

Y una enorme sonrisa apareció en su rostro - "…Así que aunque me falte el lienzo, podrá ser divertido desnudarme y pintarme entera."