lunes, 25 de febrero de 2008

Carpe Diem



¿Alguien sabe quién soy? ¿Qué soy? ¿Cómo soy?

Y tú, ¿quién eres? ¿Por qué eres? ¿Cómo estás tan seguro?

Doy vueltas en un infinito de sentidos sin sentido, donde intento no cruzarme con tu mirada. Podría ser peligroso.

Es peligrosa la brisa que anhela veranos frente al mar. Es peligroso el aroma del jazmín que decoraba, con frescura, su cabello. Es peligrosa la oscuridad que simula la profundidad de una mirada. Tú, eres peligroso.

Un paso. La huella del pie que acabo de levantar permanece congelada en el asfalto unos instantes, indescifrable. Dos pasos y no me he derrumbado todavía. A mi alrededor todo corre y en el aire se esbozan sombras que rozan mis sentidos más superficiales. No importa, el suelo sigue ahí con el último paso congelado. Parece ser que el universo solo se ha parado para mí. Lo disfruto. Otro paso, el tercero creo. Vuelves a mi mente. Cuarto, rápido, no puedo permitir que te congeles con el movimiento anterior. Quinto, sexto… BASTA, ¿Qué olvidé?

Un segundo que te recuerda cómo te gustaba el perfume de invierno. El minuto que cierras los ojos dejando la mente en blanco. Ese instante que te permite desparramar sentimientos sobre una sábana y esconderlos en un cajón. Cualquier momento es un paso. Un paso que dirige tu vida. Una vida que quizás gire y también quizás, desvaríe por magias de ensueño en cualquier instante. Sólo un paso…


Sentados sobre la creencia de un reloj de arena. Crecemos dentro de un fino cristal, libres. Nadie nos impide volar.

Se desvanecen ilusiones reales antaño. Juegos de rol en una esquina, arropados con imaginaciones infantiles y eternos en el recuerdo de una fuerte amistad.

Discusiones desenfadadas. Vida compartida. Incondicional pertenencia a la mitad de tu mitad incompleta.

Estrellas dibujadas sobre el oscuro cielo que disimula mis nervios desacompasados. Y la canción que revive los días junto a ti…

Locura. Subconsciente sumergido en realidades soñadas. Maravillas esquizofrénicas. DOS, siendo UNO.



Vivir el sueño de una vida soñada. Caminar, sentir, pensar, dudar, disfrutar, vacilar y amar cada paso.

Séptimo. Nada se congeló esta vez… Ah! Lo descubrí sobrevolando mi mirada. Creo que me atreveré a caminar un paso más…
…Carpe Diem.