lunes, 14 de febrero de 2011

Colores.

"Pero no es exactamente así, porque yo necesito a más de una persona para ser feliz." - Me dijo ella, mientras miraba distraídamente el esmalte azul eléctrico de sus uñas, que empezaba a descascarillarse.

"Lo que pasa es que cuando te enamoras, él se convierte en el núcleo de todo, el núcleo de tu felicidad. Y si él no está, te cuesta más ser feliz. Pero no es que no puedas, es que te falta algo y todo lo demás no te apetece. Es como pintar sin lienzo o sin pared… y sin embargo, lo que más importa son los colores. Y de eso yo sí que tengo, ¡colores tengo un montón!"

Entonces levantó la vista y me miró directamente a los ojos, así como hacía ella, observando curiosa como si hubiera algo más allá de mi retina.

"Te tengo a ti, querida verde hierba, tengo a mi amarillo ocre, a mi marrón castaña, algunos rojos intensos… una gran gama de azules y ¡hasta un naranja melocotón!"

Y una enorme sonrisa apareció en su rostro - "…Así que aunque me falte el lienzo, podrá ser divertido desnudarme y pintarme entera."


1 comentario:

Anónimo dijo...

M gusta como escribes